24 de mayo de 2011

Garitas bahienses


La municipalidad de Bahía Blanca comenzó la colocación de las primeras diez garitas destinadas a brindar protección a quienes esperan ómnibus en las distintas calles de la ciudad. Adjudicada la obra a una empresa de Buenos Aires, que diseñó los escaparates y se encargará de su explotación comercial los próximos cinco años pagando además un canon mensual a la comuna, no faltaron las críticas. La Comisión Municipal del Discapacitado señaló que la ubicación de algunas piezas en veredas angostas era inadecuada y el Colegio de Arquitectos aseguró que las mismas eran "un estorbo" a la accesibilidad. El municipio explicó que dedicó dos años a resolver el tema --un reclamo de hace muchos años-- e incluso corrigió algunas decisiones de colocación.

Se trata de un equipamiento urbano que viene a enriquecer el servicio público, necesario para la ciudad, que aporta una cuota de diseño y utilidad, favoreciéndo la espera de muchas personas que esperan a veces demasiado tiempo la llegada del ómnibus, permitiendo que los que más lo necesitan puedan sentarse y tener una protección mínima de los factores climáticos.

Otros modelos del mundo

Rosario
Holanda
New York
Berlín

22 de mayo de 2011

Crece la peatonal


La calle Alsina hoy. Se quitará espacio al auto para duplicar el ancho de las veredas. El peatón gana espacio en la ciudad.
Peatonal de Buenos Aires. Su diseño coincide con el que se hará en Alsina: veredas y calzadas en un mismo nivel, más espíritu de peatonal.
Comenzó en Bahía Blanca la ejecución de la segunda cuadra del eje peatonal O'Higgins-Alsina, un total de seis cuadras. El diseño --con modificaciones-- es resultado de un concurso de ideas organizado por el municipio en 2003 y comprende el ensanche de las veredas existentes al doble de su ancho, dejando una calle central de 5,50 metros para el paso vehicular. A esto se agregará un variado equipamiento urbano, con bancos, artefactos de iluminación, papeles, bicicleteros y árboles. En esta nueva intervención se modificará un elemento sustancial del diseño, al dejar las veredas y la calle en un mismo nivel, separados ambosa con bolardos de hormigón. La obra tiene un plazo de 90 días. Algunos prestigiosos profesionales de la arquitectura local han dado su opinión sobre esta intervención, por caso la arquitecta Rossana Vecchi en http://www.facebook.com/notes/rosana-vecchi/porqué-es-importante-que-una-ciudad-invierta-en-el-centro-en-su-plaza-y-en-una-p/162198327178324.

"Pero, como se sabe, la cultura no floreció en los autos sino en las veredas. Fue en veredas y plazas donde los filósofos griegos conversaban, donde surgieron el teatro, la política y los tan necesarios encuentros casuales". De Arquitectura y Autoritarismo, Rodolfo Livingston

"¿Qué tiene de nuevo todo esto?. Nada, respondo con tristeza. Es tan antiguo que ahora tenemos que volver a construirlo. Hemos olvidado para que se construyen estos espacios: para pasear nuestras almas y refrescar nuestras existencias". De Fueyserá, Ray Bradbury

"A fuerza de despedazar escamas y caparazones, de arrancar élitros y plumas, los hombres dieron a Teodora la exclusiva imagen de ciudad humana que todavía la distingue". De Las Ciudades Invisibles, Italo Calvino.

Primera cuadra de calle O'Higgins, "semipeatonalizada" en 2009

21 de mayo de 2011

La movida de un cañón

El cañón pocos días antes de dejar su emplazamiento desde 1967
Los obreros descalzando la cureña para trasladarla a su nuevo emplazamiento
Se concretó la mañana del sábado 21 de mayo de 2011, el traslado del conocido cañón que desde 1967 estaba ubicado en la plazoleta Garibaldi, una de las dos que rodea al teatro Municipal de Bahía Blanca. La pieza, que es propiedad del Museo Naval Nacional y está entregado en custodia al Museo Histórico Municipal, fue adquirida durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, y colocado como una de las defensas costeras en la isla Martín García, en 1874. Fue fabricado en Bostón, Estados Unidos, es marca Armstrong, terrestre, de hierro fundido, estriado y pesa 20 toneladas.


Su nuevo lugar de emplazamiento, en Zelarrayán y Cuyo, es la plazoleta Vuela de Obligado, donde se ha construido, con adoquines, una especie de barranco que recrea de manera más precisa, la ubicación original que tuviera la histórica pieza.

El interior del cañón, estriado y como depósito de elementos varios.

La pieza de artillería aguardando su colocación en el nuevo sitio

Otro chalecito que se despide


La avenida Alem, acaso el paseo más tradicional de la ciudad, sigue resignando la presencia de sus típicos chalets que la convirtieron, apenas iniciado el siglo XX, en la Palermo bahiense. A su condición de recorrido hacia el parque de Mazo, pronto sumó una atractiva oferta arquitectónica, con casitas de coloridos techos de teja, pintorescos diseños y atractivos jardines. En los últimos años se ha intensificado el cambio de uso de la calle, con giros a lo gastronómico y comercial. En esa oleada, algunas viviendas se han reciclado respetando su arquitectura y otras, como el caso que mostramos, será borrada del mapa para dar lugar a nuevos emprendimiento. Son casas que se despiden, son espacios que van resignando su paisaje. Es el progreso que, demasiadas veces, se gana su lugar sin respetar historias.

15 de mayo de 2011

Un siglo de la estación


Por esos días de mayo se cumplen cien años de la habilitación del nuevo edificio de la Estación Bahía Blanca del que fuera el Ferrocarril del Sud. Construido un primer edificio en 1883, pronto quedó chico para la intensa demanda de uso, por lo cual el directorio de la empresa en Londres aprobó, en 1903, el proyecto elevado por el ingeniero Guillermo White para la construcción de una nueva obra.



Los trabajos comenzaron en 1909 y modificaron el edificio original, ladrillero, con cubierta de tejas, por uno más amplio, de fachada historicista, uno de los pocos casos de jerarquización estilística para una estación de paso. Conforme a su uso industrial, el frente dispone de una atractiva marquesina de hierro y vidrio que recorre todo su ancho, mientras que en la zona de los andenes puede verse la singular propuesta de la columnas de hierro con sus capiteles clásicos (compuestos) resueltos en ese mismo material.


8 de mayo de 2011

Cortinas de vidrio

Torre del Bicentenario, estado de obra al 7 de mayo de 2011
 La colocación de una fachada vidriada cubriendo el frente de 1.000 metros cuadrados del ex Centro Cívico bahiense, reconvertido ahora en la Torre del Bicentenario, permite hacer algunos apuntes adicionales al tema. Desde lo histórico, mencionando dos edificios que marcaron hitos en esta propuesta constructiva de recurrir al vidrio como material de cierre de la fachada. Uno de ellos es el Palacio de Cristal, el primero en la historia de la arquitectura y la construcción en ofrecer este tipo de cierre antes que uno macizo. Fue construido en 1851 según un proyecto y cálculo de Joseph Paxton, un jardinero inglés especialista en construir invernaderos de estructura metálica y cierre vidriado. El edificio fue destinado a alojar a la Primera Exposición Universal (Londres) y se convirtió en un hito de la arquitectura. Desarmado luego de la Feria y rearmado, con algunas variantes, en Hyde Park, un incendio lo destruyó en 1936.

Palacio de Cristal, Joseph Paxton, Londres, 1851
 El segundo edificio emblemático es el Seagram Building, obra de Ludwig Mies van der Rohe y Philip Johnson, erigido en New York, entre 1954 y 1958. Se trata de un nuevo lenguaje para un rascacielo, resuelto con estructura metálica y un muro-cortina de cristal y bronce, color tabaco. El modelo se repitió luego en todo el mundo, hasta nuestros días.

Seagram building, Mies van der Rohe, New York, 1954

En esta resumida evocación podríamos además mencionar el edificio de la escuela de Arte alemana Bauhaus, diseñada en 1925 por su director, el arquitecto Walter Gropius, cuya sala de talleres fue cerrada por una cortina vidriada, no menos emblemática que las anteriores y uno de los patrones seguidos por el movimiento moderno.

La Bauhaus en Dessau, Walter Gropius, 1925

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En Bahía Blanca se detectan propuesta de cortinas vidriadas desde la década del 70, con las limitaciones técnicas propias del caso, pero con la idea de convertir los frentes en muros transparentes. Salvo contadas excepciones, siempre se trata de frentes, no de volúmenes. Algunos de esos ejemplos, a continuación.
Belgrano al 200, década del 90
Pullman, San Martín al 100. Más aluminio que vidrio

Neoposmodernismo vidriado, San Martín al 100
Oficinas de la Bahía, Rodríguez al 200.
Edificio Mies, Santiago del Estero al 500
Edificio de Oficinas, avenida Cerri, frente a la Estación Sud

4 de mayo de 2011

Reflejo Cívico

Comenzó en Bahía Blanca el montaje de la piel de vidrio que oficiará de fachada de la estructura de hormigón conocida como la del Ex Centro Cívico (Uno, Dos y Tres) construida en 1968 por la Universidad Nacional del Sur y devenida luego en una rémora urbana que ya cumplió 40 años. Por estas horas una UTE de empresas porteñas, integrando un fideicomiso con el Grupo Bapro y el municipio avanza a pasos acelerados con la terminación de la obra, reconvertida en un edificio de oficinas de última generación renombrado como Torre del Bicentenario. Una maravilla poder mostrar esta primera foto apenas se colocan los primeros de los 1.000 metros cuadrados de paneles de la Curtain Wall, reflejando el vecino edificio Pizá Roca, una propuesta con guardas art déco diseñado en 1959.


La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...