El reloj coronando el pilar, con un chalet como fondo. El señor del auto: Opdulio De Robles.
Ubicado en el parque de Mayo, el bautizado "Pilar Reloj" fue el monumento donado por la colectividad sirio libanesa a Bahía Blanca, en ocasión de celebrar la ciudad sus primeros 100 años de vida. A diferencia de los ingleses e israelitas, que ubicaron sus obras por tal fecha en la plaza Rivadavia, o los italianos, que lo hicieron en la plazoleta del teatro Municipal, esta numerosa colectividad decidió colocarlo en el entonces denominado "barrio Parque Adornado", el primer barrio parque de Sudamérica.
Vista actual del pilar
La propuesta fue por demás novedosa y utilitaria: un pilar que en su parte superior sostenía un últil reloj de cuatro cuadrantes, elemento de suma utilidad para quienes concurrieran a pasear al lugar. Una de las novedades de la máquina es que la misma era alimentada por medio de energía eléctrica, como así también la colocación de luces en el interior para que también de noche pudiera ser visto sin dificultades. Inaugurado el 11 de abril de 1928, el reloj duró lo que un suspiro. El entonces llamado "elemento travieso" se encargó en pocos días de romper cada una de las caras del reloj, utilizando gomeras, piedras lanzadas a mano y hasta algún tipo de revólver. Pese a que los sirios se encargaron de reponer el reloj (una vez), el mismo fue nuevamente destruido, por lo cual hoy es difícil entender que función tenía esa construcción. "Esa columna que tiene una peluca en la parte de arriba", me comentó, por caso, uno de mis hijos en cierta oportunidad.
Por eso el valor de la fotografía que acompaña este comentario en la parte inicial, una de las pocas donde, efectivamente, se advierte el reloj, además de tener como fondo uno de los tres chalets que llegaron a construirse en el barrio.
La posibilidad de reponer el reloj ha quedado, valga la paradoja, "perdida en el tiempo", porque, de hacerlo, nadie duda que posiblemente el elemento travieso mejoraría el record que empleó hace 80 años en romperlo.
La posibilidad de reponer el reloj ha quedado, valga la paradoja, "perdida en el tiempo", porque, de hacerlo, nadie duda que posiblemente el elemento travieso mejoraría el record que empleó hace 80 años en romperlo.
4 comentarios:
Mario, sé que este blog es serio, pero haceme el favor, querés, y sé franco: el monumento no parece una peluca. Parece otra cosa. Lo sabés.
No pareciera ser una insinuación apropiada para una señora de su carácter, amiga Lelé.
Referente al comentario de Lelé quiero decir que, por conocer profundamente la forma de pensar de las niñas delicadas y criadas en una cultura Disney, ella hace referencia al inefable personaje de La Bella y La Bestia, Cosgworth, el reloj, quien, indudablemente, es la representación cabal del monumento mencionado. Saludos. Héctor.
Ah! para refrescar al imagen del personaje entrar acá:
http://media.photobucket.com/image/cogsworth/BGawlowski/Disneyland/IMG_0334.jpg?o=51
LELÈ, MRM, HH.....: ¿¿¿¿no estaremos convirtiendo este rincòn virtual en un GRAN HERMANO...???
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