La imagen superior fue tomada el 24 de febrero de 1942. Se trata del momento en que la carroza f'unebre abandona la casona de la familia Coleman, en la primera cuadra de la avenida Alem, trasladando los restos de su mujer, María Emilia Labadié, para dirigirse a la Catedral Nuestra Señora de la Merced y participar del oficio religioso en sufragio del alma de la dama extinta. Nacida en Francia, Emilia llegó muy jóven a nuestro país, donde conoció a Arthur Coleman, con quien contrajo enlace en 1905, pocos meses antes de radicarse en nuestra ciduad. Estuvieron juntos durante 52 años. "Esa pérdida fue el golpe más cruel que he sufrido en mi vida", escribió Coleman en su libro "Mi vida de ferroviario inglés en la Argentina", publicado en 1949.
Pocos meses después del fallecimiento de su mujer, Coleman contrajo enlace con su cuñada. María Eufrasia Coleman, mujer que vivía con ellos de manera permanente.
Coleman en Versalles, París, con su mujer Emilia y su cuñada, Eufrasia. |
3 comentarios:
....Su mujer Emilia y su cuñada, Eufrasia.......¡ Míralo al Arthur!...o sea....como en la Fórmula Uno, se queda un auto y me subo al otro, para seguir en carrera....
buffs...a veces se me ha pasado por la mente que de fallecer el ogro de mi mujer,no dudaria en ligar a mi dulce cuñada y casarme incluso...si lo haria sin dudar y creo que ella tambien..pero no quiero un precio tan caro y seguire viviendo de fantasias...
Como aquella tira cómica de "El detalle que faltaba", y más allá de la fantasía de un Coleman de dos mujeres, en cierta oportunidad hablé del caso con el ya fallecido José Aralda, ex intendente municipal, quien conoció a Coleman. Cuando le mencioné sonre el casamiento con su cuñada me dijo: "Si, pobrecita, era una mujer con cierto retardo". Ese detalle pone a Coleman en otro lugar: se hizo cargo de su cuñada toda la vida y después se casó acaso apra darle un marco adecuado al hecho de vivir con ella. CONJETURAS.
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