12 de septiembre de 2008
Silos en Ingeniero White
Las industrias van creciendo alrededor de un pueblo cargado de tradición, recuerdos, olores y silencios. Ingeniero White, con sus casas de madera y chapa, con su particular arquitectura ferro-portuaria, ve como, cada día, los grandes bloques industriales se meten en sus calles, se instalan en sus mesas, se convierten en una amenaza latente. Así, en el patio de un modesta vivienda ya no está el gallinero y el galpón de las herramientas, sino una contundente e inmóvil planta de silos que nadie se ocupará de regar. La diferencia de poder entre los habitantes y los foráneos es devastadora. Posiblemente, en el tiempo, una de las dos partes terminará por arrasar a la otra. "Las dos ciudades viven la una para la otra, mirándose constantemente a los ojos, pero no se aman" (Italiano Calvino)
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2 comentarios:
Cuánta chapa y pintura, che! Digo por el blog, no por las casas de White... Cuac.
Lelé, gracias por estar. No entendí a pleno el "cuac" final.
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