Rampas de acuerdo a reglamentaciones en la materia
Una rampa que metió el perro. UNS, Perú y 12 de Octubre
Las rampas para discapacitados de Bahía Blanca tienen como característica general que están en su mayoría todas mal resueltas. Es un caso muy claro que en "la voluntad no alcanza" y el hecho de agregarla en edificios ya construidos para justificar que existen es poco menos que una burla. En general no tienen la pendiente exigida y generan accesos inaccesibles para quienes se mueven en sillas de ruedas o tienen otro tipo de limitaciones físicas.
Un modelo-ejemplo es la rampa construida (nada menos) que en el edificio de la Universidad Nacional del Sur de 12 de Octubre y Perú. Es, por un lado, tan empinada, que una persona sana-joven-standar-normal tiene dificultades para subirla. Pero además, se construyó su piso con un cerámico resbaladizo, con lo cual suele ser una trampa para incautos.
La obra, que en un ámbito académico como es la UNS debiera dar cátedra, encontró, para mal de peores, la salida típica de quienes no se les ocurre un mínimo recurso válido para solucionar el problema: colocaron un cartel en la pared con el anuncio: "Peligro, piso resbaladizo". Casi una verguenza, poco menos que un papelón.
Excesiva pendiente y piso resbaladizo: capacitados y discapacitados abstenerse.
PD:
"Las rampas, cuya pendiente es inadecuada representan un obstáculo para personas en silla de ruedas, personas que utilizan ayudas técnicas para la marcha, ancianos, embarazadas y niños pequeños. Dicho diseño puede ocasionar desde dificultad o imposibilidad en el uso, hasta accidentes". Respecto a las pendientes, estas no deben exceder, en promedio y de acuerdo al largo, el 12%, lo cual significa subir 12 centímetros por cada metro de recorrido lineal. La rampa de la UNS tiene, al menos un 35% de pendiente.
Extraído de http://www.accesible.com.ar/