Inundada en 1985, la Villa Epecuén, ubicada a 12 kilómetros de Carhué, sufrió la destrucción del Matadero Municipal diseñado en 1937 por el ingeniero Francisco Salamone, como parte de su colosal obra pública desarrollada durante el mandato del gobernador Manuel Fresco.
Con el agua en retirada por efecto de la sequía, el edificio ha aparecido hace pocos años. Las ruinas de Epecuén, los árboles con una blancura fantasmal, el agua y su sonido, el ambiente salino, todo da un marco único a tan singular obra.
El matadero sigue las líneas art déco que Salamone desarrolló en su obra, con su torre expresionista y, en el caso de Epecuén, una atractiva chimenea ladrillera.
6 comentarios:
Qué lugar impresionante ese Apecuén. Aquí estoy, como siempre: participando.
¡¡¡¡ASÍ son las obras de los INGENIEROS...RESISTENTES A CUALQUIER SOLICITACIÓN.....!!!!
Ricardo, me alegro que estés de nuevo en el camino...como buen ingeniero. Abrazo cordial.
Se sabe porque en Bahía no hay ninguna obra de Salamone? supongo que habrá obedecido a causas políticas, pero supongo nomás. Saludos
Curqueto, Fresco concentró toda su obra en pueblos pequeños (Saldungaray, Pringles, Laprida, Salliqueló, Vedia, Tonrquist...). Supongo que también influyó que Bahía ya tenía su palacio municipal y un matadero municipal. Saludos.
ESTUVE AHÍ...HACE UNOS MESES Y ES UN PAISAJE IMPOSIBLE DE DESCRIBIR...TE SENTÍS TANTO DENTRO DE UNA NOVELA DE GARCÍA MÁRQUEZ COMO EN UN CUENTO DE RAY BRADBURY...Y AL OTRO DÍA SENTÍ LA SAL EN MI PIEL...CORRÍ AL ESPEJO...QUERÍA VER SI YO TAMBIÉN ME HABÍA CONVERTIDO EN UN SER BLANCUZCO...
La abuelita de Bahía Blanca.
Publicar un comentario