9 de junio de 2009

Paisajes dañados

El ful jet fue un tipo de revestimiento de un auge extraordinario a partir de la década del 60, que dio lugar a la terminación de cientos de viviendas que, a sugerencia del asiduo visitante de este sitio, el amigo Héctor Herro, podemos mencionar como "Casas de Vidrio". Se trata de un revestimiento conformado con pequeñas piedras y fragmentos de vidrio, que admitían la combinación de varios colores e incluso la generación de ilustraciones. En la ciudad los ejemplos se encuentran en todos los barrios y la calidad del material y la mano de obra han hecho que sobrevivan de muy buena manera al paso del tiempo. Se vendía el producto en bolsas y se preparaba utilizando cemento blanco, aplicándose mediante llana sobre un revoque alisado. El colega Ricardo Trobiani dará seguramente más detalles de este producto.


Zelarrayán al 900. Valiosa muestra del ful jet, dañado.


Una técnica y un revestimiento de los 60 y 70, testimonio de una época. Detalle de las roturas al dibujo.


Combinación de colores y texturas

Un paisaje campero, único a irrepetible. Una forma de construir que habría de comenzar a cuidar.

La cuestión es que algunas de estas obras merecen sin dudas ser conisderadas en el patrimonio arquitectónico bahiense, no por ser un estilo antiguo, sino como exponentes de una forma de diseño que dejó su impronta en la vivienda urbana. El que acompaña este comentario es una muestra, donde se ha desarrollado un colorido diseño paisajístico en una de las paredes laterales de la vivienda, el cual ha sido penosamente dañado para vaya uno a saber que obra de reparación. Sería muy interesante considerar estos modelos como bienes a preservar, siguiendo los criterios modernos que proponen reconocer que obras de estos tiempos tienen de alguna manera garantizado un lugar en el futuro como referentes de un estilo, una forma de construir o una estética representativa de una época. Con esa situación, empezar a cuidarlas antes de que sean parte de la ciudad perdida que tanto luego se lamenta.

3 comentarios:

Lelé dijo...

Mirá.

Unknown dijo...

Recuerdo que mi tio padrino, Angel ROGNONI, conocido como el "Tio Tiso", no le agradaba cuando le pedian el famoso "fulge", ya que guardaba un cierto grado de complejidad su colocaciòn. Si mal no recuerdo, venian en rollos aplicados a un film posterior, como las venecitas, que, recortandolo, podìan prepararse las figuras geometricas que muestra la foto. La ùltima obra que realizò con "fulge" era MATOSO ..."La autèntica casa del Pantalòn", en San Martin al 400 ???, pasè para ver si estaba....pero me parece que la piqueta hizo de las suyas...quizas el memorioso HH, contemporaneo mìo, se acuerde...estaba bajando por San Martin hacia la Plaza Rivadavia, mano izquierda, a mitad de cuadra...quien se lo encargaba siempre era mi vecino y colega Marquitos Rosujovsky, titular de EDISUR que se cansò de construir en Bahìa, compitiendo con los Delta y los Fenizi, que componian la melodìa del "boom constructivo" de los finales de los setenta y ochenta......bueno...apago el canal Volver......¡¡¡¡ què te pasa MARIO.....!!! el almanaque nos denuncia....

el Curqueto dijo...

Este paisaje es una reducción del que, oportunamente, pasé, el de calle 9 de julio que está completo.- Respecto a Matosso, tengo una mescolanza, porque en esas èpocas yo compraba en Mat Juniors que estaba en calle Drago (mas o menos por donde estuvo el llao) porque mi contextura era pequeña. Lo que si me acuerdo, ya que estamos es del Informatoso de Pedro Matoso e Hijos para la única y la auténtica casa del pantalón, de acuerdo a lo que anunciaba Don esteban Dobal en el noticiero de Lu7.- Parece que la bronca venía con La Juventud, quien desde las radios de entonces convocaba con su: Muchachos, muchachos: ¿vieron los nuevos pantalones que llegaron a La Juventud? Son fenómenos!!! jajaja!! que épocas... Vaya a Monte Hermoso con un pantalón de Matoso era otra y tantas más...podríamos escribir un libro no?.- Le voy a preguntar a mi viejo que seguro que se acuerda. Gracias por el rato de nostalgias. Saludos.-

La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...