Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir de los 60 que la ciudad comenzó una suerte de reconfiguraciòn de su paisaje urbano, a partir de la construcción de los edificios en altura. De hecho hay muy pocos registros de esas viviendas demolidas --por centenares si se estima la cantidad de edificios construidos en los 60 y 70-- que ni siquiera han quedado en la memoria colectiva, porque en esa época no se veían con malos ojos estas demoliciones, generalmente de inmuebles considerados en estado de deterioro o vetustos, que necesariamente debían dar lugar al progreso.
Un ejemplo de vivienda demolida (y olvidada) es esta de Belgrano y Soler. En abril de 1973 el diario La Nueva Provincia publicó una foto del inmueble, alertando sobre desprendimientos de mampostería de cornisas y balcones. Para entonces ya estaba a la venta.
Un ejemplo de vivienda demolida (y olvidada) es esta de Belgrano y Soler. En abril de 1973 el diario La Nueva Provincia publicó una foto del inmueble, alertando sobre desprendimientos de mampostería de cornisas y balcones. Para entonces ya estaba a la venta.
Concretada esa operación inmobiliaria, llegó la demolición, sin pena ni gloria. Una casa vecina que todavía existe sobre Soler permite referenciar la ubicación de la obra ya desaparecida. La esquina es ocupada hoy por un edificio en altura y locales comerciales en la planta baja.