Postal color que recrea la Procesión de la Virgen en Bahía Blanca. Calle Alsina, frente a la casa municipal, 1902 |
Cada 24 de septiembre Bahía Blanca celebra el día de su patrona, la Virgen de la Merced. A ella fue dedicada la catedral de la ciudad en 1836, año de su creación, por decisión de Juan Manuel de Rosas, por entonces Comandante de Fronteras. Las elección responde a una situación muy sufrida por los habitantes de la ciudad en esa época cual era la de los cautivos, hombres, mujeres y niños capturados por los indios.
El nombre de Santa María de la Merced sonó por vez primera a orillas del Mediterráneo, en el siglo XIII, en tiempos en que la esclavitud llegó a ser un hecho surgido de las guerras y de la enemistad religiosa entre cristianos y mahometanos. Los apóstoles se enfrentaron con ella, con oraciones de esperanza a la Virgen Santísima.
San Pedro Nolasco fue uno de los primeros en pedirle a la madre de Jesús el remedio corporal y espiritual de aquellos cautivos. Incluso vendió cuanto poseía y empezó a tratar el rescate de los cautivos.
Una noche de agosto de 1218, hallándose en oración, se le apareció la Virgen rodeada de ángeles y radiante de gloria y le declaró la revelación de su misión mercedaria: "La obra de redimir cautivos era muy agradable a Dios y para perseverar en ella, engrandecerla y perpetuarla le transmitía el mandato de fundación de una Orden religiosa, redimiendo a los cristianos cautivos de infieles."
En 1218 quedó fundada la Orden. Durante el siglo XIII se llamó Orden de la Merced, de Santa María de la Merced, o de la Misericordia de los Cautivos. Actualmente se le dice de la Merced o de las Mercedes. La palabra merced quiso decir, durante la Edad Media, misericordia, gracia, limosna, caridad.