21 de septiembre de 2018

Los primeros destrozos

El histórico edificio de la avenida Colón y Brown, Bahía Blanca, inaugurado en 1909 como sede del Hotel Sudamericano, lleva una década de abandono y desocupación. La afectación por falta de mantenimiento se hace cada día más evidente, aunque es claro señalar que esa situación es de vieja data. En 1979, por caso, un fugaz ocupante de su planta baja decidió quitarle todo el remate y las tejería de balcones. El patrimonio en su peor estado: el de la indiferencia y el descuido.




13 de agosto de 2018

Una estructura que marca el camino de la reconstrucción


Avanza el retiro de la estructura incendiada 15 días atrás en la sucursal Bahía Blanca del banco de la Nación Argentina, cuyo esqueleto metálico fue colocado en 1918. Si bien la acción del fuego resultó devastadora, ha quedado el molde para que su reconstrucción sea factible en sus lineas originales

Una galería con arte

Inaugurado en octubre de 1961, parte de un complejo edilicio de edificios de oficinas, viviendas, cocheras y una galería organizada en varios pasillos, una suerte shopping en épocas que esa propuesta era poco menos que una utopía.


Un colorido mural, un trabajo de cielorraso artesanal. Maravillas de la Galería Plaza.
El proyecto pertenece al arquitecto Raúl Costa Varsi, la construcción y venta del complejo a cargo de Costa Varsi-Sconamiglio y la administración corrió por cuenta de Impulsora Edilicia SRL.
Uno de los sitios emblemáticos del paseo es "La Rotonda", ocupado casi desde su creación por un café, aunque pensado originalmente como un Gran Hall de "lujosa proyección" adonde convergían los accesos por calles San martín y Alsina. Tenía en sus inicio una "espléndida rotonda de escaparate". 
Veinte locales rodeaban a este punto que fue definido por el propio Costa Varsi como "un magnífico punto brillante".
Para quienes concurren por estos días al lugar, puede disfrutar de una atractiva obra de arte sobre una de las paredes y admirar el trabajo original del cielorraso. No está inventariado como bien patrimonial, pero sin dudas tiene ganado un lugar en la historia (y el corazón) de la ciudad.

El gran hall central ocupado desde hace décadas por un café. la Rotonda es un clásico de la ciudad,


5 de agosto de 2018

Últimos días de una casona histórica

Bahía Blanca. Primera cuadra de calle Yrigoyen. Una vieja casona del centro, seguramente de la primera década del siglo XX. Primero se retiraron los dos comercios del lugar. Ahora se demolió el interior. Quedó el frente, la fachada pelada. Las balaustrada parcela el cielo y deja pasar el sol. Seguramente caerá en los próximos días. Casas que se despiden, la ciudad que se borra.



1 de agosto de 2018

Fuego en el banco de la Nación

Pocos minutos después de las 4 del sábado 28 de julio de 2018 se incendió la sucursal Bahía Blanca centro del banco de la Nación Argentina.
Inaugurado en 1921, fue calificado en su época como "el más perfecto del país" y reconocido como el más importante del interior por la propia entidad, un detalle no menor si se considera que existen unas 700 sucursales en todo el país.


De líneas historicistas, con el aporte neoclásico en sus columnas de capiteles jónicos, con aire francés en su último piso a mansarda, poblado de cúpulas, atlantes y estatuas alegóricas, es un exponente maravilloso de la arquitectura bancaria del siglo XIIX con su aspecto severo y monumental, un verdadero "banco-cofre".
El incendio conmovió a la ciudad y acaso por primera vez la gente se acercó para mirar la obra en detalle, para manifestar su tristeza y también su expectativa en una pronta recuperación.
En cada crisis, una oportunidad.



Casas que se van

A veces ni siquiera dan tiempo de sacar fotos, de registrar su existencia, de guardar testimonio. Un cerco, unas pocas horas y las borran del paisaje del que formaron parte por décadas. Son casonas, de frentes símil piedra, bajas, de puertas de hierro y una medida decoración. Caen de a decenas, de a cientos. Desaparecen a golpes. En este caso en calle Dorrego al 100, frente al teatro municipal de Bahía Blanca.



La mirada recorre las calles como páginas escritas: la ciudad dice todo lo que debes pensar, te hace repetir su discurso, y mientras crees que visitas Tamara, no haces sino registrar los nombres con los cuales se define a sí misma y a todas sus partes. Italo Calvino de Las Ciudades Invisibles.

27 de julio de 2018

Un muelle histórico volverá a la vida

El Consorcio del Puerto de Bahía Blanca firmó un convenio con el Colegio de Arquitectos para dar forma a un Concurso de ideas con el objetivo de reconstruir el histórico muelle de los elevadores de Ingeniero White, en el puerto de Bahía Blanca. La idea es generar un sitio recreativo y que permita el contacto con el mar, una carencia histórica de toda la región y de los propios bahienses, la mayoría de los cuales jamás ha tenido la posibilidad de recorrer la ría desde el mar, afianzar el vínculo con su calidad marítima y disfrutar el singular paisaje del sector portuario, industrial y urbano visto desde el agua.
El muelle de los elevadores debe su nombre a que se construyó para ubicar dos espléndidos elevadores de granos, construidos por el Ferrocarril del Sud en 1908, en un gesto de modernidad y progreso. Eran dos edificios magníficos, prefabricados, con estructura de hierro y revestidos en chapa, un modelo único de arquitectura utilitaria-industrial.

Los elevadores en construcción: una obra de arquitectura e ingeniería única, 1908
Fueron INSENSATAMENTE desguazados en 1977-78, vendidos como chatarra, para una obra en el muelle que ocupaban y que jamás se concretó. Hasta hoy, 40 años después, el lugar se mantiene en el mismo estado de entonces, con las claras huellas de lo perdido, las vías, las señales de su historia.
Recuperar el sitio, generar un sitio de llegada al mar, de paseo y recreación es algo que el puerto aspira desde principios del siglo XX. El cambio que significaría para la ciudad y la región sería tan significativo como emblemático.

El muelle hoy, a 40 años de haberse arrancado los elevadores: sin uso ni destino, un despropósito.

16 de julio de 2018

Los Atlantes de Rivadavia

En 1946 se inauguró en Bahía Blanca el monumento a Bernardino Rivadavia, en el centro de la plaza homónima. Rivadavia fue el primer gobernante en plantear (e intentar) la fundación de la ciudad, en 1824. Más allá de que aquella expedición fracasó, los bahienses siempre reconocieron esa circunstancia. De allí la obra realizara por Luis Rovatti, ganador de un concurso organizado en 1926.
Una particularidad de la obra, que dispone de tres figuras de bronce, es la ubicación de un grupos de Cariátides y otro de Atlantes, ubicados en caras opuestas de la obra.

Monumento a Rivadavia, Bahía Blanca, 1946.
Las Cariátides en primer plano, La Beneficencia (derecha), Rivadavia (izquierda), La Ofrenda (remate)

Construidos en piedra travertina, este tipo de figuras tiene, en este caso, carácter decorativo, aunque su origen data de Grecia, cuando 400 años antes de Cristo los griegos ubicaron columnas (estructurales) con la figura de mujeres de la Caria en el Erecteion, uno de los tres templos existentes en la Acrópolis de Atenas.
La Tribuna de las Cariátides, Acrópolis de Atenas, Grecia.
Los Atlantes siguen esa idea, a partir de modelos masculinos. En el caso del monumento a Rivadavia, Cariátides y Atlantes aparecen de cuerpo completo, descubiertos sus torsos hasta la cintura, luego pudorosamente cubiertos.

Los Atlantes del monumento, con un singular "dúplex" fabricado por los horneros.

13 de julio de 2018

La escuela 2, lapidada y bastardeada


La escuela Nº 2 de Bahía Blanca --la primera de mujeres que funcionó en la ciudad-- ocupa un magnífico edificio de líneas neoclásicas, en la primera cuadra de calle Vieytes.
Fue habilitado en 1929, luego de tres años de obra, y se convirtió en una de las obras más destacadas de la ciudad, ocupando incluso uno de los límites del espacio donde estuviera el fuerte fundacional de la ciudad, recostado sobre la que fuera "Calle de las pulperías".


El edificio fue acusando el paso del tiempo sin que nunca hubiese fondos adecuados para su preservación, cuidado y mantenimiento y adecuación.
De allí sus muchos problemas de funcionamiento y la explicación de porqué su fachada comenzó a presentar falencias, desprendimientos, riesgo de caídas de molduras.
Por eso, a fines de 2017, en una decisión por demás digna de cuestionamiento, el gobierno provincial decidió plantar un vallado en los casi 200 metros de frente del edificio, con el único objetivo de alejar a los peatones y estudiantes de las paredes de frente.
Una verdadera afrenta para un bien patrimonial, un recurso sin sentido, una manifestación de cómo hacer mal las cosas. Ahora, con los meses, muchos descubrieron que ese vallado de chapa era una excelente marquesina, un escaparate publicitario de primera.


Ahí fueron entonces con sus afiches y pegatina. Resultado: un mamarracho al por mayor. Incluso la municipalidad, que tiene poder de policía para prohibir esa actividad o multarla (admite pagos de hasta 30 mil pesos), nada hace.

18 de marzo de 2018

El acceso al ex cine Plaza, sin su arte

Inaugurado en 1965, el cine Plaza fue una de las salas más importantes que tuvo Bahía Blanca. Al cerrar sus puertas, en 2009, hubo una intención de la municipalidad de comprar la sala, pero las fuertes voces de la oposición en el Concejo Deliberante, abortaron esa idea.
En 2017, la sala fue adquirida por una agrupación religiosa, que se encargó de su recuperación, para servir como templo pero también como teatro, con el nombre de Teatro Gran Plaza.
Se cambiaron las butacas, se readecuaron sus instalaciones y se obtuvo la correspondiente habilitación.


Pero (siempre hay un pero), una de las intervenciones completamente desacertadas de los nuevos propietarios fue intervenir en los decorados cerámicos de las paredes de las escaleras de acceso al lugar. Las mismas fueron insensatamente pintadas, privando a todos de un aporte artístico único.




La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...