22 de enero de 2015

Las oportunidades perdidas

El romano Vitrubio señaló, en el siglo I, tres componentes claves de una obra de arquitectura: la Firmeza (Firmitas), la Utilidad (Utilitas) y la Belleza (Venustas). El paso de los siglos no quitó fuerza a este planteo. El último de los condimentos, la belleza, es sin dudas el más subjetivo, variable y discutible. ¿Cuándo un edificio es bello?, es una pregunta que admite varias respuestas.
Claudio Galeno señala que, en arquitectura, "la belleza no reside en cada uno de los elementos, sino en la armoniosa proporción de las partes". Lelan Roth, asegura que ese componente es "el más complejo" porque trata de como la arquitectura "compromete a todos nuestros sentidos, como modela nuestra percepción y disfrute (o rechazo).

Bahía Blanca ha tenido en los últimos años una interesante oportunidad constructiva con la realización de unas 500 viviendas multifamiliares en uno de sus barrios más codiciados, como es el Universitario. Sin embargo el legado es, en su mayor proporción, un aporte de dudoso valor estético, de "estilos" confusos, con un eclecticismo pobre y maltrecho. Cinco ejemplos resueltos en esquina --lugar emblemático si los hay en el armado de la manzana--, dan cuenta de esa situación.

Es una muestra también de la bahía perdida, la que se puede hacer de calidad y se hace sin gusto. la que puede generar un paisaje urbano superador y se pierde en verdaderos mamarrachos. La que vuelve a ofrecer un campo de creatividad y termina siendo un penoso cambalache de remates, balaustradas, colores y propuestas que afectan el sentimiento de todos.



La pregunta es: ¿Se pueden hacer obras mejores? ¿Más atractivas? ¿En lenguaje contemporáneo?. Sin dudas. Ejemplos de otras ciudades pueden servir de ejemplo. Más allá de lo odioso de toda comparación. Van unos pocos modelos. No más caros, con algo de diseño y, con la salvedad de ser una opinión personal, mucho más hermosos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Los ingenieros, arquitectos y constructoras de hoy en dia, no le importa la belleza ni nada de lo que estudiaron, solo les importa llenarse de plata haciendo edificios baratos, basicos y rapido. Una lastima.

La ciudad que ni recordamos

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