29 de noviembre de 2008

Un héroe con alma de hierro





La tumba sorprende por sus formas, su rusticidad, su dureza. Está inspirada en la dura y áspera corteza de las minas de Sierra Grande, la fuerza del hierro en la naturaleza hecha roca, a incluye el símbolo de los mineros y la Virgen de Luján. Dos trozos de esa piedra férrica se ven en los extremos de la obra. Es el lugar donde descansan los restos de Manuel Novillo, el hombre que en 1944 descubrió los yacimientos de hierro de Sierra Grande, el mayor en su tipo en Sudamérica. Incansable minero, apasionado por la geología, dedicó los últimos años de su vida a promocionar su hallazgo, buscó ayuda en bancos, golpeó puertas en el gobierno de turno, hasta quedarse con las manos vacías sin jamás darse por vencido. Novillo se instaló en Bahía Blanca en 1953, y desde aquí siguió su lucha que incluso le valió el que lo llamen "el loco de las piedras", porque siempre tenía en sus manos un pedazo de hierro patagónico, sinónimo de progreso e independencia, según sus palabras. Murió en 1955, a sus 59 años de edad. Dos de sus hijas viven actualmente en Punta Alta y su único hijo varón en Monte Hermoso.
El yacimiento que él descubrió comenzó a explotarse en 1978, bajo el nombre de HIPASAM (empresa mixta). Carlos M. lo cerró en 1992 y Néstor Kirchner lo concesionó en 2004 a una empresa de capitales chinos. Las minas de Sierra Grande siguen vivas, con el 80% de su potencial sin extraer. Manuel Novillo descansa en estas tierras, cubierto del mismo hierro que signó su vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la reseña Mario, los familiares de Novillo te agradecen. Jose Luis Luca

Jotaele dijo...

Mario: los familiares de Novillo te agradecen la muy buena reseña. Jose Luis Luca

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