29 de agosto de 2008

Cambalache



Respecto a una posible intervención en la casa Pagano, la idea no es no dar destino al lugar, sino ser conscientes de su valor artístico y tratar de preservar su estética. Un pésimo ejemplo de intervención, que juega en contra de la propia ciudad es, por caso, la reconversión que sufrió la que fuera la Casa Forgue o Pinturería de París, fundada en 1884, en la estratégica esquina de O'Higginsy Brown. Desocupado el edificio a principios de los 80, aun mostraba sus líneas art déco, construido en la época en que ese estilo tuvo su auge (1930). Los bienes patrimoniales se deben ganar la vida. No pueden subsistir sin uso. Por eso el reciclado del edificio para alojar locales comerciales era razonable. El tema fue que nadie se interesó por preservar esa esquina como un testimonio de uno de los comercios más tradicionales que tuvo la ciudad ni de defender su arquitectura. El resultado fue que cada cual que ocupó un local lo pintó a su gusto, o lo revistió de ladrivista, al tiempo de colocar una cartelería sin escala, hasta convertir la esquina en un cambalache multicolor, en un verdadero mamarracho. Un cuidado, mínimo, podría haber ayudado a conservar la estética, sin perjudicar a los comerciantes, permitiendo que el edificio siga viviendo.



Azul, amarillo, naranja, blanco y verde. Esta foto tiene un año. La mayoría de los comercios ya cambiaron de locatario y cada cual volvió a repintar su pedacito.

25 de agosto de 2008

Palacete Pagano


Nicola Próspero Pagano
El denominado Palacete Pagano se encontraba ubicado en calle Alsina al 300 y allí vivió la familia de Nicolás Pagano, inmigrante italiano llegado a Bahía Blanca en 1901, de oficio constructor. Entre sus obras más reconocidas se destacan el Palacio Municipal (1906), el Club Argentino (1910), la actual sede de la Sociedad Sportiva (1911), el ex Hotel Sudamericano (Colón y Brown , 1911). Su casa-estudio de calle Alsina data de 1911 y fue diseñada por el arquitecto Alberto Coni Molina. De líneas historicistas, con detalles propios del barroco, se destacaba además la influencia francesa materializada en sus techos tipo mansarda.

El Palacete visto desde la esquina de Dorrego y Alsina

En 1975 el edificio, luego de ser ocupado por la delegación local de Aguas Corrientes, salió a la venta, lo cual, en estos casos, siempre abre una gran incógnita sobre tu destino. Por aquellos años, justo es decirlo, la idea de Patrimonio Arquitectónico no estaba en la agenda política ni social, por lo cual generó poca preocupación en los vecinos. El inmueble fue aduirido rapidamente con la idea de convertirlo en...un boliche bailable. Fue el principio del fin.


La casa en venta por la firma Macagno

El resultado de la intervención se llamó "Brancaleone", confitería bailable inaugurada en 1974 y que transformó al Palacete en un "atractivo" castillo Medieval, tapiado en piedra, con puente levadizo incluido y una estatua ecuestre a uno de sus lados. Así sobrevivió hasta iniciados los 80, finalmente adquirida la propiedad por un grupo de inversores para levantar allí un edificio en altura.


Brancaleone, el Palacete tapiado.

La última página de esta historia se escribió en 1984, en que se decidió la demolición del edificio. El Palacete fue una de las primeras mansines de jerarquía de la ciudad, impulsora del desarrollo de la ciudad "lejos del centro" (el teatro Municipal recién fue inaugurado en 1913). Como dato adicional, Nicola Pagano es abuelo de la señora Diana Julio Pagano, actual directora del diario La Nueva Provincia. Precisamente el histórico edificio de ese diario, en calle Sarmiento 64, fue diseñado por un hijo de Nicola, Adalberto Torcuato Pagano, y construido por uno de sus hermanos, Gerardo Pagano.


Edificio Domus, 1986-1996, la obra que ocupa el histórico solar.

20 de agosto de 2008

El trofeo





En 2000 llegó Mc Donald's a Bahía Blancá y decidió ocupar una casona construida en 1910, en la esquina de calles Brown y Fitz Roy. La noticia de su demolición generó bastante malestar entre algunos vecinos, aunque el grito no se escuchó tan fuerte como hacer cambiar sus planes a la empresa. La vivienda de corte historicista tenía una atractiva cúpula, recurso por demás exitoso para resolver el tema de la esquina. A cambio de su valiosa presencia, Mc Dondald's legó a la geografía del lugar (a dos cuadras de la plaza principal) una playa de estacionamiento en esquina, una cartelería de Ruta 66, varias medianeras, algunos edificios y una caja de zapatos arrumbada en un rincón. Para compensar tamaño daño, a la firma se le ocurrió "recuperar" parte de la cúpula demolida y colocarla en una de las paredes del lugar. Lo que pretendió ser un tributo, para muchos es una irrespetuosidad mayor de exhibir sin pudores el trofeo de su pieza mayor.

19 de agosto de 2008

Los elevadores de chapa (1908-1978)



Sin dudas una de las pérdidas más sentidas del patrimonio bahiense: los elevadores de chapa de Ingeniero White. Una pieza magnífica de la arquitectura industrial inglesa, prearmados en Inglaterra y montados sobre su muelle en el puerto local. Inaugurados en 1908 fueron insensatamente desarmados en 1978, para realizar una "mejora" en el lugar que jamás se concretó. Los diarios de la época dan cuenta del desconocimiento que se tenía del tema, ya que se lo "despidió" como a un "viejo elevador" que había terminado su "período de vida útil". Tres años antes de su desguace, un profesional de la UNESCO había considerado su incorporación al Patrimonio Arquitectónico de la Humanidad. Eran una verdadera obra de arte. Todavía genera escalofrío saber que se vendieron como kilos de chatarra a una empresa porteña propiedad del boxeador Horacio Acavallo.

13 de agosto de 2008

Puesta en desvalor


El cartel de obra colocado a mediados de 2007 decía: Obra: Puesta en valor de la fachada. Se trata del frente del edificio de la primera cuadra de calle Estomba, construido en 1943 como ampliación del inmueble de la esquina de calle Sarmiento por la entidad financiera Crédito Capitalizador, ocupado en otros tiempos por la petrolera YPF y actual sede de la fiscalía. Un frente moderno, diseñado por el estudio de los ingenieros Vallés y Arrigoni, revestido con mármol travertino.
La "Puesta en valor" consistió en retirar de las plantas superiores ese revestimiento de primera calidad y reemplazarlo por un material de frente en un antojadizo tono amarillo-naranja. Por otra parte, se incorporó un desafortunado conjunto de equipos de aire acondicionado. Entre la limpieza y calidad original y la nueva propuesta, ha ocurrido una cosa muy distinta al pretensioso nombre que se le dio a la intervención.

La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...